lunes, febrero 13, 2006

Aeropuerto de Paris CDG.

NO TODOS SOMOS IGUALES…



Hay situaciones que definitivamente nos hacen avergonzarnos de ser venezolanos, de reflexionar acerca de cuáles son los valores que estamos inculcando a nuestros hijos, de entrar en razón de cuál es de verdad nuestro problema, si político, social o cultural… Yo pensaba que esa época en que los venezolanos salían al exterior a dejarnos mal parados con el cuento de que nuestra divisa estaba a 4,30 y éramos dueños del mundo, arrasando con prepotencia por cada país al que llegábamos, había pasado hace mucho tiempo, sin embargo sigue existiendo ese prototipo, del que no respeta a nadie, que anda por ahí jactándose de los cuatro reales que tiene encima pero sin una pizca de cultura y buena educación… No puedo callar esto que tengo atravesado en el güergüero amigos míos, ya que soy educadora, y día a día mi labor consiste en dar lo mejor de mí a cada uno de esos niños que van a ser los profesionales, gobernantes y padres de familia el día de mañana, de compartir después de cada uno de mis viajes, todas aquellas cosas maravillosas que se aprenden en otros países que han servido para convertirlos en el primer mundo… Les digo todo esto ya que este jueves 16 salgo nuevamente para Francia y me vino a la memoria lo sucedido la última vez que viajé, en agosto del 2005, donde pasé por dos situaciones, una más vergonzosa que la otra… La primera fue caminando por las calles del centro de
Pau, al sur de Francia, donde parece que todo se encuentra suspendido en el tiempo debido a su tranquilidad y silencio, cuando repentinamente se escuchó una voz chillona y ordinaria que gritaba: Fulanaaaaaa!!! Mira que vaina tan buena!!! Estos zapatos están baratísimos chama!!! Ta barato dame dosssssssss!!!... yo no sabía donde meter la cabeza de la vergüenza, estoy segura de que la muchacha que atendía en la tienda no entendió nada de ese perfecto castellano castizo, pero si se mostró desagradada por los gestos y la manera prepotente en que posteriormente nuestra querida compatriota insistía en llevarse media tienda… o sea… logré sobrevivir a esa experiencia dando gracias a Dios de que realmente resultaría bien extraño encontrarse más especimenes semejantes en aquel fin del mundo…
Sin embargo, la segunda experiencia, esa sí me dejó con el indio alborotado hasta hoy en día, por eso se las cuento, para no explotar como los querrequerres…
Día 30 de agosto,
Aeropuerto de París, vuelo número 640 de Air France, clase turista… Las aeromozas insisten desde hace casi 15 minutos de que por favor los pasajeros se sienten para poder iniciar el despegue… (la luz que indica abrocharse los cinturones esta encendida desde hace rato también) Un grupo de adolescentes evidentemente venezolanos y con franelas alusivas a que pertenecían a alguna asociación de no se qué, caminaban cual recreo de colegio por los pasillos del avión haciendo caso omiso de las instrucciones para el despegue, finalmente, y después de varios intentos de la aeromoza, lograron sentar a estos seres… (no sin antes recibir insultos como “que le pasa a esta amargada, que se cree esta tipa, etc, etc…) en fin, el viaje como tal, un desastre… constantemente parados en el avión, y si no, se brincaban de un lado a otro trepándose por los asientos cual monos de zoológico, la gente se empezó a molestar, cosa que significó que arremetieran con mas fuerza los insultos, las faltas de respeto, etc…creo que no hay necesidad de dar muchas explicaciones, nosotros sabemos como se comportan algunas personas que creen que “tienen a Dios agarrado por las chivas” .
Les resumo que fue un viaje interminable de casi 12 horas, no se podía dormir del ruido, finalmente llegamos al
Aeropuerto de Maiquetía, agotados y sumamente molestos, comenzó nuestro desembarque, y ahí fue cuando mi impotencia fue mayor, estos personajes se habían encargado de dejar toda la basura posible dentro del avión, y eso no fue todo, sentí vergüenza de verle la cara a la aeromoza cuando ella tomaba los cojines y frazadas regadas por todos lados que estaban rayadas con marcador!!! Efectivamente, el vandalismo llegó a los extremos más inalcanzables… cada frazada, cada cojín que ellos habían utilizado estaban rayados con frases alusivas a que por ahí habían pasado ellos… amigos míos… que imagen estamos proyectando fuera y dentro de nuestro país??? Que tipo de valores les estamos enseñando a nuestros hijos??? Hasta cuándo vamos a seguir siendo tercermundistas??? Es con nuestra conducta que demostramos el país que tenemos!!! Vamos a seguir llevando el “rancho en la cabeza”???. Finalmente, mientras caminábamos por el túnel para llegar al chequeo de la aduana, me acerque de manera muy simpática a uno de los muchachos, y le pregunte con una amplia sonrisa: Ustedes pertenecen a alguna asociación en particular??? Y el joven muy orgulloso me contestó: si, somos del CLUB NAUTICO DE MARACAIBO… entonces le di las gracias por haberme confirmado el resto de la información que yo necesitaba para darle a conocer a todo el mundo y decir con alivio: no somos todos los venezolanos unos ignorantes, mal educados, ordinarios y todas las frases peyorativas que se me puedan ocurrir, simplemente es un grupo… y espero que cada día sean menos, porque definitivamente, a mi me duele mi país… y a ustedes???
La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos.
Confucio

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Definitivamente Marcelita, la educacion es algo de lo que mucho pregonamos y de lo que demasiado carecemos los Venezolanos. Seguramente estos jovenes "criollos, cultos e ilustrados" estaban "educandose" en Francia.
Ni mas esta decir que pertenecen a la clase "alta" Venezolana osea la de turno en el club nautico. Esa misma que dirige nuestros destinos por definicion en cada periodo politico. Osea los que tienen real facil y por eso hacen lo que les viene en gana, que desgracia de gente somos.

Anónimo dijo...

Amiga, la verdad que las personas que tienen dinero debido al momento muchas veces no tienen clase, porque se nace con clase y no se compra. Quizás es moda, para estos jovenes que se lucieron delante de una cantidad de personas que si estan acostumbradas a viajar,esperemos que día a día los educadores puedan enseñarles a comportarse fuera de sus hogares y así puedan estos jovenes dejar en alto a nuestro pais que esta super mal ante los ojos de otras personas.
Me alegro que personas como tú nos puedan comentar estas situaciones para así poder colocarles un alto.
Te felicito.
M.N.