viernes, marzo 23, 2007


NUESTROS HIJOS TIENEN DERECHOS…
PERO TAMBIEN DEBERES


Como educadora y como madre me he tomado el trabajo de leer la LOPNA (Ley orgánica de Protección al Niño y al Adolescente) ya que me tiene sumamente decepcionada ver cómo se utiliza este instrumento legal como la panacea de los padres irresponsables que pretenden justificar sus errores y su falta de autoridad con sus hijos adolescentes.

Nunca me he considerado una madre autoritaria, más bien siempre he tratado de mantener una comunicación abierta con mi hija y mis alumnos de manera tal de lograr exponerles los pro y contras de sus actos y las respectivas consecuencias, de esa manera nunca hay que llegar a la necesidad de impartir disciplina a gritos y mucho menos a golpes.

Como padres y representantes es nuestra obligación leer dicha ley y entenderla como un instrumento que garantiza los derechos de nuestros hijos, pero también hay que leerse los deberes de los mismos ya que como futuros ciudadanos hay que recordarles desde ahora su compromiso consigo mismos y con la sociedad a la cual pertenecen.

Es muy triste ver como algunos adolescentes también han mal interpretado esta ley, apoyándose en ella para ir por la vida de manera irreverente, y ni siquiera hablo de los adolescentes en situación de riesgo, hablo de muchachos como mi hija o como muchos otros que estudian en colegios privados, donde existen reglamentos internos escolares bien explícitos y sin embargo los violan apoyados por sus padres.

Entonces, dónde está la autoridad de esos padres? Acaso ellos están cumpliendo con la LOPNA poniendo a sus hijos en el camino correcto del cumplimiento de sus deberes? Acaso esos padres muestran a sus hijos adolescentes la importancia del cumplimiento de las leyes como individuo que forma parte de una sociedad? Y el rol orientador dónde queda?

Déjenme decirles a esos padres, que es lamentable ver como desvían la intención de la LOPNA como una manera de justificar su falta de carácter y comunicación con sus hijos permitiéndoles tomar decisiones que aun no les corresponde a su edad llamándolo “respeto a su individualidad” e incluso, es lamentable ver cómo desde pequeños les enseñan a desafiar a la autoridad para que el día de mañana continúen haciendo lo mismo, pero esta vez como adultos… O delincuentes?

Es fundamental entender la LOPNA como un instrumento que garantice los derechos de nuestros hijos, pero antes que nada, debemos entender y hacerles llegar el mensaje a estos muchachos que también existen DEBERES que contempla la mismísima LOPNA, así como la Ley Orgánica de Educación y nuestra Constitución Bolivariana de Venezuela.

Es nuestra obligación como padres encauzar el desarrollo de nuestros hijos a formar ciudadanos que respeten los valores morales y sociales, e incluso, es nuestra obligación apoyar a las autoridades escolares como ente que colabora día a día en la educación de nuestros hijos apoyándonos en su formación integral. Es verdad que como padres y representantes debemos ser vigilantes del proceso educativo, pero de manera tal que fluya en función y beneficio de los niños y adolescentes.

No le encuentro sentido ver como existen padres y representantes que se enfrascan en una pugna constante con las autoridades escolares utilizando a sus hijos como instrumento de desafío a las mismas, apoyando a estos muchachos a romper todas las reglas establecidas en las instituciones educativas de nuestro país, llegando al extremo de permitir a sus hijos mutilarse con los famosos “piercings”, tatuarse, vestirse de manera inadecuada convirtiéndose finalmente en una caricatura ambulante que lo que inspira es lástima llevándonos a una pregunta obligada: y dónde están los padres de esa criatura? Qué valores se están impartiendo en esa casa? Donde queda el compromiso de esos padres con las instituciones educativas? Como podemos pedirles a los colegios que nos apoyen en tan ardua labor como es la de formar niños y adolescentes útiles a la patria si somos los primeros en romper las reglas e instan a esos muchachos a que sigan el mismo camino?

Pienso finalmente que somos muchos más los padres preocupados de formar hijos íntegros y capaces de tomar decisiones como ciudadanos respetuosos de las leyes, de la moral y las buenas costumbres que aquellos que delegan la responsabilidad de educar a sus hijos a la tan conocida “presión social” como un justificativo de la escasa capacidad de ejercer su rol paternal orientador… No hay que olvidar que una cosa es ser flexible y otra bien diferente ser permisivos.

Mi conciencia está muy tranquila, y mis ideas claras con respecto a la LOPNA, por lo que invito a quienes se hacen llamar “Padres de familia” a leerla e interpretarla en beneficio de nuestros hijos y no como una manera de trasladar nuestras frustraciones de juventud a nuestros muchachos, permítanles ser libres y a expresarse, pero enseñándoles el camino de la rectitud, el respeto y la conciencia de que pertenecemos a una sociedad donde los que van en contra de lo establecido social y moralmente, generalmente terminan saliéndose de la delgada línea que separa a la sociedad y a los antisociales.

Nunca se ha dicho que nuestra labor de padres ha sido fácil, más aún con los tiempos que corren donde el bombardeo de información nos obliga a estar alertas del camino por donde van nuestros hijos y nos empuja a ser más rápidos que el internet, la televisión y todos los medios de comunicación, es nuestro reto, entonces hagámoslo correctamente y sin miedo a ejercer nuestra responsabilidad… nuestros hijos nos lo agradecerán algún día…

(15/01/2007 en la Clínica)
CON TODOS LOS HIERROS!!!

Después de unos cuantos meses de ausencia, o como el título de mi último post, mi silencio obligado, me trato de reincorporar a la vida cotidiana poco a poco, no sin antes agradecer a muchas personas, muchísimas el inmenso apoyo que me han dado ante mi situación de salud.
Ha sido un camino duro, cada vez que sentía que lo estaba logrando aparecía una cosa nueva, un nuevo síntoma o efecto secundario de la Quimioterapia, la Radioterapia o la Braquiterapia… finalmente siento que lo estoy logrando, aunque persiste un cansancio físico y mental que espero superar pronto para hacer una vida normal…
Quiero enviar mis bendiciones a cada uno de aquellos que estuvo cerca de mí con una llamada telefónica, un mensaje de texto y hermosos mails que me llenaban los días metida en mi casa, ni se imaginan lo reconfortante que es saber la cantidad de amor que tiene tanta gente linda que conozco y que en esta ocasión lo compartieron conmigo para darme fuerzas y ánimo de luchar…
Fue un gran reto conmigo misma y un compromiso con mi familia, con ustedes…
Aun falta camino por recorrer, pero estoy segura de que ya lo logré… gracias por haber estado ahí, los quiero mucho!!!